Meeting Alma Velasco
Isabel Allende me describe a Doña Alma Velasco y yo me la
imagino elegante al estilo de San Francisco.
Con el pelo cano pero limpio y conservado, la figura desfigurada por el
paso del tiempo pero conservada por la buena alimentación y el yoga. Vestida con una mezcla ecléctica de prendas
sencillas lo mismo que bien elaboradas sobre tejidos nobles y coloridos de Asia.
La enfermera llama a otra paciente y levanto la cabeza para
observar a mi alrededor que llevo un rato absorta en la lectura de “El amante
japonés”. A la sala de espera llegan una
mujer más o menos de mi edad o quizá más joven que viene acompañando a una
señora de pelo cano limpio y bien peinado (sin lacas, tal como es), pantalones
y jersey negros adornados con un colorido collar de plata y pedrería
opaca. Unos zapatos de esos que balancean
marrones y un bolso de colores naranjas que recuerdan a una lama tibetano,
cierran el total de un vestuario y una pose que de repente me hacen sonreír.
Doña Alma Velasco ha traspasado el papel y hoy se me ha
personado en una sala de espera del hospital…. ¿Será una señal?.
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