LA GUAPA DEL BARRIO

- Venga al taller que hay una emergencia! Y allá que fui rauda imaginándome algún mecánico herido o un vehículo ardiendo. Pero no. En el motor de una Mercedes-Benz Vito, escondida entre tubos y con carita asustada estaba ella. Una preciosa gatita de no más de un mes, blanca y negra. Preciosa. Nadie se atrevía a sacarla del motor, pero era importante sacarla de allí pues había que arrancar el vehículo y si lo hacíamos la pobre terminaría hecha puré de gato, así que la cogí como pude del entuerto en que ella misma se había metido y, lo juro, intenté no mirarla porque sabía lo que pasaría. La escena fue inevitable, la miré, me miró y me enamoré. Sólo dudé un poquito, había tres opciones: regalarla a los del taller de al lado donde llevaría vida de callejera, dejar que se la llevara algún mecánico para mat… (no lo quiero ni pensar) o quedármela. Un cuarto de hora después ya estaba acomodada en mi regazo durmiendo a pierna suelta mientras yo terminaba la jornada matinal. Y así, Merche (nom...