EL EJECUTIVO IBERICO
Como el jamón o la longaniza, aquí en la península ibérica tenemos el placer de conservar una especie endémica de lo más especial: el “Ejecutivo Ibérico”. Este personaje es muy fácilmente reconocible por sus trajes chaqueta de una talla más o una talla menos de su talla real y sobre todo por llevar siempre el móvil colgado al cinturón con una de esas ridículas fundas, porque le han dicho que llevarlo en el bolsillo produce infertilidad, impotencia o ambas a la vez. Además suele pensar que si se ve que lleva móvil, esto aumentará su importancia. Se trata del típico energúmeno que nunca apaga el dichoso aparato durante una reunión y que, a mitad, lo coge, le llamen o no y en voz muy alta para que quede claro que en su empresa no pueden vivir sin él. Eso sí, sale fuera de la sala para hablar y luego vuelve a entrar con cara de preocupación demostrando así su absoluta entrega a su labor ejecutiva. El ejecutivo ibérico aprovecha las horas de “cofee break” para seguir atormentando a su se