OTURIA Y PADERNAS: UNA DE CAL Y UNA DE ARENA

Uno de los motivos de quienes gustamos del montañismo es el ponernos a prueba frente a los elementos. De esta manera nos enfrentamos a nuestras propias capacidades y muchas veces aprendemos auténticas lecciones de humildad porque, a veces, no queda más remedio que renunciar a un objetivo y aceptar pequeñas derrotas. La cumbre del Oturia se presentaba como una excursión larga aunque fácil y, a pesar de los 1.000 metros de desnivel que hubimos de salvar, se dejó conquistar un soleado día dejando a la vista todos los encantos de mi amado pirineo. Los elementos no hicieron su aparición y todo fue calmo y fácil. Al siguiente fin de semana la cosa no pintaba tan fácil. El objetivo inicial era el Salvaguardia, en el valle de Benasque. Amaneció frío, ventoso y nevado así que elegimos otra opción que, en principio, resultaba más asequible. El pico Padernas, con poco más de 2.600m. de altitud parecía una buena elección. Allá que nos lanzamos y sufriendo los típicos resbalones culpa de las prim...