EL HOSPITAL ES LA CHUFA

¿Quién no ha jugado al “corre corre que te pillo” en su infancia? ¿y quién no ha tocado “chufa” más de una vez?. Andaba yo recordando mi época hospitalaria, cuando era una visitante asidua. Para mí no era ningún problema aposentarme allí, no. Era más bien un alivio, como un bálsamo o un ansiolítico: una sensación de calma. Era pensar que ya estaba a salvo, que una vez allí, tardase lo que tardase, finalmente me encontraría mejor. Como cuando casi te pillan y te inventas una chufa para poder descansar y sentirte a salvo de llevarla. Me cuesta entender esas personas que odian el hospital, que más bien se enferman de sólo estar allí. Admito que mejor no visitarlo (como paciente, me refiero), pero cuando uno está mal de verdad… ¡el hospital es la chufa! Y ya casi estás salvado de llevarla.