LA SANGRE TIRA
Siempre me ha agobiado lo de la protección filial pero conforme voy creciendo y los problemas se agudizan, ya lo veo de otra forma. Busco protección y la ofrezco a raudales cuando el calor de mi misma sangre se encuentra alterado. Lo malo es que una no puede controlar todo lo de los demás. Sólo cada uno es propietario de su propia felicidad y de su propia desgracia, así que ahora entiendo lo que deben sentir los padres cuando los hijos crecen: uno quisiera llevarles por el camino que piensa será mejor pero sólo ellos pueden elegir lo mejor para sí mismos. La sangre tira y una quisiera arreglarle la vida pero no se puede, sólo se puede estar.