Hacía días no veía la archi-duradera serie “Cuéntame”, sin embargo ayer me dio por ahí más que nada porque la tele, a pesar de la amplísima oferta digital, ofrece poco y me apetecía idiotizarme después de un día estresante. Total que otra vez me encontré a Dña. Merche Alcántara en su salsa y así como tantas veces la he identificado con mi propia madre, ayer fui yo misma quien se sintió reflejada. Sobrevivir al cáncer tiene su qué, es una alegría pero también una especie de estigma. El final del tratamiento y la recuperación no son el fin de la batalla, cuando uno se recupera empieza una época de cambio, nunca nada vuelve a ser lo mismo y uno tiene que adaptarse. Ayer entendía muy bien a Merche queriendo ayudar y hacer todo lo posible por su amiga, es un sentimiento que yo también tuve, una especie de necesidad de ayudar al semejante, a quien está viviendo lo mismo. Pero es en momentos como ese cuando se presenta el “estigma del superviviente”: la culpabilidad. Es un sentimient...