Paciencia
Como suele pasar más o menos cada cinco años, últimamente veo cómo se producen muchas rupturas de pareja y como consecuencia se establecen crisis vitales en muchas personas de mi entorno. Por primera vez desde hace mucho tiempo, me toca a mí observar estas situaciones desde fuera sin formar parte de ellas... ¡que alivio!. Sin embargo, como una vez yo sí que estuve allí (y mis lectores más asiduos bien lo saben) puedo afirmar que en momentos como esos lo mejor es la paciencia. Ocuparse en otras cosas y esperar que pase la tempestad. Me gusta el dicho ese que reza “la paciencia es la madre de la ciencia” y ciertamente no hay mayor virtud que el saber aguardar. Como ya escribí una vez: todo pasa, incluso sin querer. Palabra de pensadora.