LA IMPORTANCIA DEL “TE QUIERO”
Decir “te quiero” no creo dependa de la intensidad con que se quiere a alguien, si no del hecho de hacerlo. El otro día, durante una agradable conversación con uno de mis mejores amigos, surgió este tema: Decir “te quiero” o no decirlo, cuándo, cómo y a quién. El “quien” se centró en la pareja, así que partiendo de un objeto en particular compartimos nuestros puntos de vista sobre momento, lugar y sentimientos desencadenantes de esa expresión vocal de amor hacia alguien. Mi amigo defendió que no hay que decirlo hasta estar totalmente seguro y que, además, hay que hacerlo con la cabeza, así pues, sólo lo diríamos cuando estamos totalmente seguros, el amor que sentimos se nos escapa a borbotones por todos los poros del cuerpo y tenemos la certeza de la durabilidad de ese sentimiento. Sin embargo, yo, muy femenina, defendí que se ha de decir, simplemente cuando así se siente, en el momento y en el lugar que apetece, simplemente cuando el cuerpo (entiéndase corazón, alma…) así lo pide.