LA COMODIDAD DEL REBAÑO
Llevamos siglos atendiendo los mandatos de quienes nos gobiernan. No importa en qué manera: democrática o dictatorial. La cuestión es que hay alguien que manda y el pueblo acata. Estamos todos de acuerdo en que estamos viviendo una época de cambio profundo. Poco a poco la cosa se va notando y cada vez resulta más traumática. Pero aquí arriba, en nuestro mundo “desarrollado” se nota poca actividad popular. Es como si todos estemos esperando que quien nos metió en el embrollo también nos saque de él, sin tener en cuenta que nosotros mismos fuimos quienes elegimos. Yo me pregunto: ¿Será que estamos muy cómodos permitiendo que otros tomen las decisiones por nosotros y nos dirijan aunque sea en el sentido que no deseamos?