CARIDAD POR EGOÍSMO

Lo de vivir en la zona rica del planeta (crisis mediante) está bien, al menos resulta difícil llegar a saber algún día lo que es la desnutrición, o el frío, o la fiebre amarilla. Y también tiene la ventaja de que, como las necesidades básicas están cubiertas, se puede divagar y divagar sobre lo que a uno le venga en gana. Y así, divagando, me he encontrado con el discurso de la caridad, el voluntariado y la ayuda internacional. Me ha resultado curioso descubrir una extraña corriente crítica que pone de vuelta y media a los colaboradores, voluntarios o como queramos nombrar a aquellos que tienen a bien intentar hacer algo por quienes necesitan. En este caso, me hacen gracia quienes les tachan de egoístas con el pretexto de que sus acciones van más encaminadas al bien propio que al del semejante. No encuentro yo nada de egoísta sentirse bien por hacer el bien. ¿Dónde está el mal? ¿Dónde está el daño?. Al fin y al cabo por muy bien que se sienta...