Señal divina
Caminaba por la calle un día al mediodía, pensando en lo extrañamente cálido que resultaba ese momento pues después de meses, era el primer día que no soplaba el más mínimo viento y además no llovía ni nevaba. Entonces percibí un sonido familiar (ese que hacen las alas de las aves en movimiento) cosa que me hizo levantar la vista al cielo y recorrerlo expectante. En pocos segundos que me parecieron casi horas, por fin sonó ese característico bramar de las grullas que al poco se dejaron ver al aparecerse, en su clásica formación de “v” destartalada, tras un edificio alto que me tapaba un trocito de cielo.
Valdabra y La Sotonera se tiñen de negro un año más para hacer de hotel a estas aves que este año, como hacía mucho tiempo, recibo encantada al saber que con su corta visita se me anuncia la llegada de días más cálidos.
Comentarios
¡Saludos primaverales!
Ala pues, a disfrutar!!!!
Yo esperaré algún día más de fresco, je, je.
Salú
Sí Pol, en nada empezarán los pequeños accidentes automovilisticos en el coso por culpa de las minifaldas esas que tanto añoras. De verdad que ganicas tengo!!! aunque yo minifalda no me pongo nunca, soy más de vaqueros y eso.
Ale chicos! gracias por venir.