La Voluntad
Hace tres meses me rompí un tobillo. Hoy en día me encuentro sumergida en un
proceso de rehabilitación que me demuestra que la fuerza de voluntad y la
perseverancia siempre juegan en favor de una pues, una vez más, a base de confiar
en mi médica, en los fisioterapeutas y en mí misma, estoy consiguiendo recuperarme
muy favorablemente en un tiempo más reducido del que yo misma esperaba.
¿Cómo se consigue esa paciencia, esa voluntad, la
perseverancia?
Por mi parte, lo que más me ayuda es ver los
resultados. Tanto en cuestiones de
salud, como en proyectos laborales u objetivos vitales (como dejar de fumar o
subir al Aneto), lo que más me ayuda es mantener un registro del punto de
partida y la evolución de lo que tengo entre manos. Así, cada pequeña victoria, es decir, cada
cigarro no fumado, cada fotografía de mi tobillo menos inflamado, o el registro
de una disminución de gastos en mi departamento, me animan a continuar y
perseverar pues voy comprobando que lo que hago funciona y sirve para algo.
Creo que la voluntad no es algo innato, creo que es algo que
se trabaja una misma. No es una
característica como la simpatía si no un valor que se puede adquirir.
Una vez me dijeron que para sentirme bien conmigo misma,
tenía que “hacer cosas” por mí y creo que para entonces aprendí que, al
contrario de lo que pensamos muchas, no es que “hagamos cosas porque estemos
bien” sino que “estamos bien porque hacemos cosas”. Así que señoras y señores, no esperen a estar
bien para intentarlo, inténtenlo de todos modos y ante la pequeña primera victoria:
perseveren.
Palabra de Pensadora.
Comentarios