De joven exótico a adulto raro
Aquellos desplantes.
Aquellas impuntualidades.
Aquellos “mal quedares”.
Ese amigo que justo se metía en la ducha cuando tú llegabas
a su casa. Esa amiga que siempre llegaba
media hora tarde porque se “había quedao empaná”. O esa otra que directamente no llegaba porque
tenía “su vida privada” y no tenía que dar explicaciones que para eso éramos todos libres.
Esos amigos y/o amigas que siempre faltaban, ausentes,
huidizos pero encantadores/as que cuando aparecían resultaban exóticos, super
guays y modernos.
Esa gente es la que hoy en día se me antoja más que exótica,
rara. Gente de esa que a estas alturas,
es mejor perder que ganar.
Comentarios
Y que conste, que yo a veces he sido uno de esos "raros". Pero intento redimirme...
Saludos.
Que todas las rarezas se mantengan en el habla BUBO, que esas al menos agradan, si se habla como escribe usted.
Salud y orujo para ambos!