Cuestión de voluntad (o querer)
Como responsable de un departamento de prestación de
servicios, me suelo encontrar en la situación de atender reclamaciones de
clientes que, como reza el dicho: “siempre tienen la razón”. Y lo cierto es que la tienen.
He comprobado que la mayoría de veces que se produce una
insatisfacción y por ende, una reclamación, ésta se podría haber evitado con un
simple “vistazo” antes de entregar un trabajo que consideramos finalizado. En mi opinión, esto es una cuestión de
voluntad: de querer hacerlo bien e invertir un pelín de esfuerzo en comprobar y
asegurar nuestra labor.
Querer hacer las cosas bien no tiene por qué suponer un
perfeccionismo patológico. No se trata
de alcanzar la perfección, sino simplemente de buscarla (aún sabiendo que nunca
se alcanza). Cuando uno cree en sí mismo
y hace las cosas con conciencia, interés, atención y voluntad, éstas salen bien
casi por sí solas. No perfectas, pero
casi.
Muchos me diréis ¿cómo poner voluntad, atención, interés en
algo que no nos gusta? Yo os contesto: queriendo. Sé que tenemos puestos de trabajo que se
alejan mucho de nuestros deseos reales, que tenemos jefes que pagan poco y mal,
compañeros que lloran continuamente y nos contagian. Lo sé.
Pero nuestros trabajos son los que nos dan de comer y, ya que estamos aquí,
¿por qué no? Os puedo asegurar que los jefes no dejarán de ser unos ávaros,
pero nosotros dormiremos con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Comentarios
Ciertamente, hay mucho que mejorar, y es cierto que las condiciones laborales a menudo no invitan al compromiso, pero cuando menos que eso no afecte al servicio que se ofrece.
Salud!!!
Como siempre, veo que me entiendes :)
Luego está la falta de material, de recursos que necesitamos y no hay manera, da igual. Se hace lo que se puede con lo que hay. O eso pensamos pero a veces... te encuentras cada prenda que dan ganas de matarlos.
así que es así, a ponerle actitud a la vida entera!!!
En cualquier caso, sí, actitud es lo suyo.
Salud!