Según la tradición, San Lorenzo fue quemado en la hoguera sobre una parrilla desde la que el Santo rezó “dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho”. En honor a semejante suceso, todos los años, se entrega un premio consistente en una parrilla de oro a personajes ilustres de la ciudad. Ese debería haber sido el titular del “Diario del Altoaragón” del 16 de agosto: “Parrilla de Oro a la mejor faena” acompañado por una foto de Bonito del Norte y Servidora sonriendo como críos. Porque sí, este año nos hemos comportado como tales y nos hemos quedado todos los días de fiesta en esta Güeskonsin mía. Tras una semana entera de blanco y verde, olor a albahaca y tomate rosa, comidas, cenas, vermús, conciertos, ferias, chiringuitos, orquestas, charangas, carreras de burros, vaquillas y trasnoches varios, recuerdo un tiempo en que huíamos de estas ocasiones más por miedo a uno mismo que a las fiestas en sí que no tienen nada de peligroso sino mucho de divertido que p...