LA LEYENDA DEL DRAGÓN DE OROEL
Hace un par de semanas realicé mi ascensión anual a la Peña Oroel. Un hermoso pico que hace de límite entre el pre-pirineo, el valle del Aragón y el pirineo. Visible desde todo el valle y sobre todo desde Jaca.
Fue un día estupendo, el cielo totalmente despejado y una compañía de lo más agradable. Lo pasamos estupendamente tanto al subir como al bajar, pues la senda, que transcurre por la cara norte, estaba cubierta de hielo y nieve, lo que hizo su tránsito complicado pero no peligroso. Así que las caídas y risas estuvieron a la orden del día, por cierto, mi amiga aún me debe una cerveza por ser la primera en dar con el culo en el suelo.
Al llegar a casa se me ocurrió que seguramente, como pasa con muchos lugares singulares o especiales de la provincia, existiría alguna leyenda que tuviera la Peña Oroel como fondo. Me puse a indagar y pronto me encontré con trazas o señales de lo que fue una leyenda que se transmitía oralmente por toda la jacetania:
Resulta que en una cueva situada en las laderas de Peña Oroel habitaba un Dragón que tenía atemorizado a todo el valle.
Un día, un caballero jacetano que se encontraba apresado por defender a las brujas de la zona, propuso su liberación a cambio de fulminar al dragón.
Este caballero no era tonto y gracias a su amistad con las brujas, sabía que los dragones tenían un secreto: eran capaces de hipnotizar a sus víctimas con la mirada.
Así pues, haciendo uso de sus conocimientos e inteligencia, pulió su escudo hasta convertirlo en un espejo y se dispuso a visitar la cueva del dragón cuando éste estuviese dormido. Al despertar, el dragón se vio reflejado en el escudo y cayó hipnotizado por su propia mirada, momento que el caballero aprovechó para clavar la espada en su corazón y acabar con él, quedando así libre de su condena.
A partir de ahora, siempre que suba, intentaré encontrar la cueva donde habitaba el dragón.
Aquí van las pruebas de la última “expedición femenina” a la Peña Oroel:
Fue un día estupendo, el cielo totalmente despejado y una compañía de lo más agradable. Lo pasamos estupendamente tanto al subir como al bajar, pues la senda, que transcurre por la cara norte, estaba cubierta de hielo y nieve, lo que hizo su tránsito complicado pero no peligroso. Así que las caídas y risas estuvieron a la orden del día, por cierto, mi amiga aún me debe una cerveza por ser la primera en dar con el culo en el suelo.
Al llegar a casa se me ocurrió que seguramente, como pasa con muchos lugares singulares o especiales de la provincia, existiría alguna leyenda que tuviera la Peña Oroel como fondo. Me puse a indagar y pronto me encontré con trazas o señales de lo que fue una leyenda que se transmitía oralmente por toda la jacetania:
Resulta que en una cueva situada en las laderas de Peña Oroel habitaba un Dragón que tenía atemorizado a todo el valle.
Un día, un caballero jacetano que se encontraba apresado por defender a las brujas de la zona, propuso su liberación a cambio de fulminar al dragón.
Este caballero no era tonto y gracias a su amistad con las brujas, sabía que los dragones tenían un secreto: eran capaces de hipnotizar a sus víctimas con la mirada.
Así pues, haciendo uso de sus conocimientos e inteligencia, pulió su escudo hasta convertirlo en un espejo y se dispuso a visitar la cueva del dragón cuando éste estuviese dormido. Al despertar, el dragón se vio reflejado en el escudo y cayó hipnotizado por su propia mirada, momento que el caballero aprovechó para clavar la espada en su corazón y acabar con él, quedando así libre de su condena.
A partir de ahora, siempre que suba, intentaré encontrar la cueva donde habitaba el dragón.
Aquí van las pruebas de la última “expedición femenina” a la Peña Oroel:
La cima con su "pequeña cruz", atención a la bandera republicana.
La "cresta".
Una de las varias ventanas al pirineo durante la ascensión.
Comentarios
Gracias por acercarme esas hermosas vistas, a mi pequeño autodestierro.
Ah!! y tenga cuidado con esos Dragones Hipnotizadores que hay muchos sueltos...
Bisouuuuuus