Entradas

Mostrando entradas de 2019

La extraña romería y la abuela cebolleta

Imagen
Tomada prestada de la página de Huesca la Magia.  Ermita de Salas al atardecer muy parecido al de ayer pero bastante más solitaria. Caminaba a toda prisa rogando que se me liberara la ciática de una vez, cuando empecé a oír lo que me pareció el sonido de micrófono y muchedumbre, tal vez algo de música lejana.   Así que pensé que sería alguna competición que se estaba desarrollando en la ciudad deportiva cercana. Conforme avancé, el sonido se alejó y lo olvidé hasta que, poco a poco, fue regresando como traído por el viento a través de los campos verdes y crecidos de primavera.   De repente, en una curva del camino, me topé con una joven pareja retozando y pensé que quizá había romería en la Ermita de Salas situada unos pocos kilómetros más adelante. Un muchacho que andaba por allí, se me acercó y preguntó si iba bien hacia Huesca, a lo que respondí que todo lo contrario, pues debía cambiar de dirección y encaminarse en el mismo sentido que yo llevaba, así que se plantó a

Analfabetismo moderno

Imagen
Cuantas veces oigo esto de “no me gustan las tecnologías” “odio el wasap” “no me gustan los ordenadores”… frases que se pueden entender pues durante este inicio de siglo, hemos vivido semejante revolución tecnológica que es comprensible que resulte difícil de digerir para el ciudadanito de a pie, pero la cuestión es que la tecnología está aquí y ha venido a quedarse. Estamos ultra-conectados, nos guste o no.   Tanto, que si no aceleramos el aprendizaje y nos acostumbramos a cada uno de los adelantos que se nos presenta, corremos el riesgo que convertirnos en “analfabetos modernos”. Como quien no sabe leer y escribir, hoy en día, el no saber utilizar un ordenador o un smartphone, nos condena a la ignorancia. Palabra de Pensadora.

Cuestión de voluntad (o querer)

Imagen
Como responsable de un departamento de prestación de servicios, me suelo encontrar en la situación de atender reclamaciones de clientes que, como reza el dicho: “siempre tienen la razón”.   Y lo cierto es que la tienen. He comprobado que la mayoría de veces que se produce una insatisfacción y por ende, una reclamación, ésta se podría haber evitado con un simple “vistazo” antes de entregar un trabajo que consideramos finalizado.   En mi opinión, esto es una cuestión de voluntad: de querer hacerlo bien e invertir un pelín de esfuerzo en comprobar y asegurar nuestra labor. Querer hacer las cosas bien no tiene por qué suponer un perfeccionismo patológico.   No se trata de alcanzar la perfección, sino simplemente de buscarla (aún sabiendo que nunca se alcanza).   Cuando uno cree en sí mismo y hace las cosas con conciencia, interés, atención y voluntad, éstas salen bien casi por sí solas.   No perfectas, pero casi. Muchos me diréis ¿cómo poner voluntad, atención, interés e

Tarde de señoras

Imagen
Hay un olivo en el jardín de la imprenta de enfrente que me sirve de anemómetro.   Dependiendo de su baile, sé si el cierzo arrecia o disminuye.   Ayer, el pobre olivo bailaba el merengue, la bachata y todos los bailes caribeños, así que decidí pasar la tarde en casa y obviar mis habituales actividades post jornada laboral. Coflada en el sofá, empecé a buscar música en youtube donde me apareció como “trending topic” la actuación de Lady Gaga y Bradley Cooper en la entrega de los premios Oscar de este año.   Tras visualizar el vídeo, me saltó otro vídeo de la Gaga que me encantó y sirvió para confirmar que la muchachita esta ya no es tan niña y si antes tenía talento, ahora sabe repartirlo y ponerlo en valor. Por fin decidí decidir por mí misma y elegí una lista de reproducción de esas de “música para concentrarse” y abrí mi última adquisición literaria. “Las hijas del Capitán” ha tardado poco en engancharme y, sin vislumbrar una acción realmente trepidan

Tiempo en blanco

Imagen
Me ocurre que a veces (y solo a veces), un día, en un momento cualquiera, levanto la cabeza de cualquier cosa que estoy leyendo, analizando u observando y me doy cuenta que ha pasado un tiempo en el que yo no he estado ni sido, aunque las cosas hayan seguido ocurriendo. Una recuerda haber hecho cosas, trabajado, gestionado, vivido… pero nada ha significado nada.   Como un tiempo en blanco. Un estop.   Un reinicio involuntario. También me ocurre que a veces (y solo a veces), un día, en un momento cualquiera, levanto la cabeza de cualquier cosa que estoy leyendo, analizando u observando y me doy cuenta de que me encanta haber estado en blanco.

De raquetas, narcisos y Led Zeppelin

Imagen
Sábado de madrugada.   Me he dejado todo preparado la noche del viernes para salir de excursión a la nieve con unos amigos.   Salgo de casa escopeteada para llegar puntual a mi cita en Puente la Reina de Jaca.   Conduzco contenta por esta sinuosa carretera que siempre hace mis delicias, escuchando el último disco de Robert Plant y recordando tiempos pasados atravesando estos mismos parajes con Led Zeppelin al mando. Pocas cosas han cambiado desde aquella época en que hacía digno uso de mi juventud subida en el Citronen ZX de mi primer novio.   Fluyendo por esta misma carretera, con exactamente la misma intención de pasar el día en la montaña y escuchando prácticamente la misma música:    el “Led Zeppelin IV” o aquel maravilloso “No Quarter” que grabaron los Sres. Page y Plant nada más y nada menos que en 1994, cuyas canciones cantaba y repetía como un mantra mientras miraba por la ventana estos mismos paisajes que hoy me parecen detenidos en el tiempo.   El mismo puente, el mi

Cuestión de actitud

Imagen
Cuánta gente amargada en sus trabajos, pendiente de todo lo que le rodea: del compañero que le ningunea, del jefe que le grita… pero nunca de si misma, de qué tal hace su propio trabajo, de qué puede hacer para mejorarlo, de la posibilidad de buscar otro empleo… Cuánta gente amargada en sus relaciones personales: de que sus padres no le entienden o le exigen demasiado, de que su pareja nunca está a la altura, de que sus amigos nunca le llaman… pero nunca piensa hace cuánto que llama a su madre, o cuándo fue la última vez que tuvo algún detalle con su pareja… Cuando nos parece que todo está en contra, es bueno intentar (que ya sé que no es fácil) mirar las cosas desde fuera, como si fuera una película, para encontrarles la importancia que merecen y darnos cuenta de que hay muchas cosas que no podemos cambiar, que no dependen de nosotros y que, aunque nos afecten, no van con nosotros.   Es muy difícil que sea el mundo entero el que esté equivocado y, aunque lo esté, má

Sentimientos contrarios

Imagen
Más que encontrados, los sentimientos que experimento ante un nuevo embarazo y nacimiento en mi entorno, son más bien contrarios. Por un lado, la alegría natural que surge de la empatía y el cariño hacia las personas que una ve felices.   Por otro lado, la envidia y la impotencia al contemplar aquello que jamás tendré.

El postureo motivador

Imagen
Suelo burlarme de esa gente que me encuentro por el monte ataviada de cabeza a punta de dedo gordo con el último grito en equipo de Trail, la cámara en la cabeza como si fuera un frontal y el palo de selfie con el móvil en la otra mano.   A parte de resultar una imagen la mar de cómica y ridícula, lo cierto es que semejante despliegue también tiene su peligro pues no es lo mismo correr por el parque que en una cresta a tres mil metros de altitud con un abismo de unos quinientos metros bajo los pies (imagen habitual en el archifamoso “Paso de Mahoma” en el Aneto). Sin embargo, he de admitir que, una vez finalizada una actividad, resulta gratificante compartir el logro.   Es más, el hecho de pensarlo mientras una está currándose una montaña o mientras suda la gota gorda corriendo, da fuerzas y ganas de continuar.   Lo mismo que pensar en un buen chuletón y en una jarra de medio de cerveza.

El año del no-blog

Imagen
Abro este abandonado blog mío y casi me da vergüenza el tremendo abandono en que le dejé durante el recién finiquitado 2018.   Y eso que empecé bien, duplicando las entradas del primer mes del año respecto al año anterior y con la firme intención de celebrar el décimo aniversario de su creación.   Nada. No voy a hacer propósito de enmienda.   No voy a prometer lo que dudo mucho pueda cumplir. Pero aquí estoy, no quiero abandonar ni cerrar esta ventana que tantas satisfacciones me dio. Doy la bienvenida a 2019 dejando atrás un 2018 que me dio grandes satisfacciones.   Ahora sólo me queda un poco de pena por no haber escrito, como hacía antes, un poco sobre cada filosofada pensada, cada montaña recorrida, cada viaje, cada concierto disfrutado y cada logro conseguido. Venga, un resumen rápido: Filosofé sobre muchas cosas, planteándome la vida desde mi nueva triste posición de madre frustrada echando de menos al hijo que no tendré, cosa sobre la que me cuesta escribir….