Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2011

EL HOSPITAL ES LA CHUFA

Imagen
¿Quién no ha jugado al “corre corre que te pillo” en su infancia? ¿y quién no ha tocado “chufa” más de una vez?. Andaba yo recordando mi época hospitalaria, cuando era una visitante asidua. Para mí no era ningún problema aposentarme allí, no. Era más bien un alivio, como un bálsamo o un ansiolítico: una sensación de calma. Era pensar que ya estaba a salvo, que una vez allí, tardase lo que tardase, finalmente me encontraría mejor. Como cuando casi te pillan y te inventas una chufa para poder descansar y sentirte a salvo de llevarla. Me cuesta entender esas personas que odian el hospital, que más bien se enferman de sólo estar allí. Admito que mejor no visitarlo (como paciente, me refiero), pero cuando uno está mal de verdad… ¡el hospital es la chufa! Y ya casi estás salvado de llevarla.

UN BALSAMO PARA EL PUEBLO

Imagen
Hace un par de días, un amigo me comentó que echaba de menos mis entradas diarias aquí en este mi blog amado y abandonado. Ciertamente, sigo leyendo mucho, escribiendo poco, lo que escribo se queda manuscrito en “mi libretita” y ya no sale de ahí. Será porque ya no tengo tantas ganas de publicarme, excepto ahora. Mi amigo también echa de menos alguna de esas típicas críticas mías sobre algún suceso remarcable de la actualidad. Para ser específico: “pens, no has escrito nada sobre lo de las acampadas en las plazas”. Así que, allá voy… Antes de escribir sobre algo, hay que documentarse aunque sea un poquito. Aún sin la intención de escribir al respecto, busqué en Internet de qué iba el asunto y firmé el primer manifiesto. Últimamente ando muy ocupada, así que mis visitas a la acampada oscense han sido cortas, pero han sido. Por suerte, ayer pasé por Madrid y tuve tiempo de acercarme a la Puerta del Sol. Me impresionó, pero no me satisfizo. Lo que no me gusta de este asunto es la imag

TRABAJADOR ESPAÑOL TIPO

Imagen
Ya estaba antigua la tendencia. Pero sigue creciendo, oiga. Y es que aquí, con lo de “así ha sido siempre” y el “tal como están las cosas”, lo apañamos todo y lo excusamos todo. A veces me molesto bastante con algún compañero de oficina. Esto suele ocurrir cuando me encuentro una negativa ante un nuevo proyecto que cambie algún proceso. Sobre todo cuando me oigo el “porque siempre lo hemos hecho así y así está bien”. Ahora me encuentro con la situación siguiente: en España se trabajan cuarenta horas semanales más las horas extras que el empresario disponga “porque así ha sido siempre” y el trabajador se calla y aguanta porque “tal como están las cosas” más vale callarse. Y así, si ya estábamos anticuados pagando salarios por tiempo trabajado y no por trabajo bien realizado. Ahora iremos a peor porque el chantaje está a la orden del día con aquello de “tal como están las cosas”. El trabajador español tipo sabe que tiene un horario que cumplir y que su superior va a estar pendiente d