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Mostrando entradas de octubre, 2008

NIEVE, CHRIS MARTIN Y VÍDEOS HEAVYS

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¿Qué tiene que ver el tocino con la velocidad?, os preguntaréis algunos. La explicación al título de esta entrada es que ante el consejo de uno de mis anónimos de ayer he decidido ponerle un toque frívolo al día de hoy, así que a falta de una entrada profunda de esas mías voy a hacer un compendio de pequeñas frivolidades que se me han ocurrido en los cinco minutos de viaje desde mi casa hasta este mi despacho-cárcel de cristal. Resulta que ya nieva por aquí y aunque el blanco elemento no se deja ver por la ciudad, sí está muy cerca de ella lo cual supone un añadido de frío al ambiente que me pone de bastante mal humor. Que le vamos a hacer! Me crié en el caribe y esto del frío me sigue poniendo mala, pero bueno, siempre pasa lo mismo: primero reniego y luego salgo corriendo a ponerme las raquetas y disfrutar de los paisajes inhóspitos que se crean tras las grandes nevadas. (esto no es muy profundo ¿no?). Y con la nieve, la lluvia (que lleva dos días cayendo aquí en Güeskonsin) y el f

UNA EPOCA, UN MOMENTO… UNA CANCIÓN: ILUSIONES

Me gusta la frase esa que dice “la ilusión es lo último que se pierde”, ¿o era la esperanza?. De todas formas una cosa acompaña a la otra. La cuestión es que no sé si será el otoño, la lluvia, el viento o la nieve pero lo de la ilusión anda un poco escaso por mi cerebro. Y mira que lo intento, hago auténticos ejercicios por ilusionarme pero me parece que la edad y las vivencias, de la misma manera que van mermando nuestra inocencia, nos quitan la ilusión. Pero como no me da la gana de perder la ilusión, he decidido auto-dedicarme esta canción y así recordar la última vez que tuve una auténtica y utópica ilusión: Sí, ya sé que pongo mucho a mi Alanis, pero es que me mola.

LUCES

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Me encanta esa luz que le pone el toque mágico a las cosas. Suele presentarse durante los atardeceres o amaneceres y es durante el otoño, cuando la rotación de la tierra y su alineación con el sol por estos hemisferios imprimen al color de la luz solar un matiz envejecido y amarillento pero brillante y se mezclan puntos sombríos con otros que se iluminan. Como los cielos de Monet, el otoño tiene color vainilla.

CONFIANZA

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Según el Diccionario de la Real Academia: “Esperanza firme que se tiene en alguien o algo”. Y si nos referimos a una persona: “en quien se puede confiar”. Es decir, cuando conocemos a alguien y posamos nuestra confianza en esa persona, estamos manteniendo la firme esperanza de que es confiable y por lo tanto no nos mentirá, engañará o traicionará. Siempre he pensado que es de buena persona el mantener un alto nivel de confianza en el prójimo. Yo misma soy una auténtica humanista desde el punto de vista no anatómico sino espiritual o metafísico y creo en el hombre de una manera casi ciega, que no inocente. Así, suelo posar mi confianza con facilidad aunque con cierto toque escéptico. Todo esto no significa que defienda la idea de que haya que confiar a ciegas en todo el mundo y menos aún en aquellos ejemplares que engañan u omiten realidades para conseguir fácilmente aquello que de otra manera es difícil encontrar: la confianza. Hay hombres tan heridos y tan poco creyentes de sí mism

MALAS INFLUENCIAS… ¿O NO?

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Cuando se acerca algún evento “peligroso” en lo que a juerga y desfase se refiere, me propongo a mí misma salirme de la media y ser la primera en irme a casa, cosa que nunca consigo situándome siempre en las últimas posiciones del ránking. Así ha vuelto a ocurrir este viernes, tras proponerme a mí misma consumir únicamente cervezas para no sucumbir a los efluvios de la ginebra que tanto me desinhiben y después de haberme apuntado y pagado la excursión del domingo con Peña Guara salgo un ratito por “cumplir” y me encuentro a un montón de gente “de esa que hace tiempo que no ves” y, por supuesto, la liada estuvo servida hasta el día siguiente. Y digo yo, ¿es que mis amigos y amigas son una mala influencia o es que tendré que admitir que me va más la fiesta que a un tonto un dulce?...

PERIFERIAS, PERIPECIAS Y OTROS MENEOS

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Llega el finde y hay que abrir la agenda a ver qué hay de nuevo para hacer por esta mi "Güeskonsin" (o huesketa, al gusto) y, mira tú que bien, se me había olvidado que hoy empieza el famosísimo festival "Periferias" junto a su sin igual y paralelo "Peripecias". Así que ala! a ducharse, a olvidarse del curro y sus menesteres y ponerse guapa (se hará lo que se pueda) para dar el pistoletazo de salida a semana y pico de exposiciones, conferencias, cine, danza y lo mejor ¡conciertos!!!. No es que el cartel me tenga muy contenta pero para hoy y sólo por esta vez, pasaré de largo el Bleep! (pinchar en el cartel si pica la curiosidad) y dirigiré mis huesos a una de las actividades paralelas (y lelos también) de Peripecias, que pinchan dos colegas y hay que hacer más bulto aún del que seguro habrá. Como estoy un pelín desganada y desmotivada, me pongo aquí mismo un temita para irme animando y entrando en calor mientras riño con el armario, el secador de pelo,

UNA EPOCA, UN MOMENTO… UNA CANCIÓN: CANCIONES DE AMOR

Cuando conocemos a alguien que nos gusta se empiezan a desatar todas esas mezclas químicas explosivas que nos hacen estar más sensibles y flotantes todo el día. Uno de los claros síntomas del inicio del amor hacia alguien es el suspiro, ese “aaahhhh” que sale cada dos por tres y que resulta más sonoro aún tras la audición de una canción de amor. Atención, he escrito amor, no desamor que esa es otra cosa. Hay dos canciones de estas que me encantan y que siempre me sacan ese suspiro, sobre todo cuando tengo por ahí algún humanito rondándome las hormonas y la cabeza. Porque siempre me emocionan, porque me encanta el punto apasionado que imprime Bono en el estribillo, por la letra y su significado y porque salía en “Reality Bites” que me encantó... aquí tenemos a U2 y su "All I want is you": Y esta… huy esta!... esta es LA CANCION DE AMOR (para mi gusto, claro), por la letra, por la melodía, por el significado, por su dulzura… por todo... señoras y señores, Yes y su magnífica sui

LÁGRIMAS Y LAGRIMONES

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Lo de llorar parece ser un tabú. Como si sólo hubiera que llorar de tristeza. Yo, que soy una llorona compulsiva afirmo que no sólo de tristeza llora el hombre, sino que el llorar es una terapia además de la inconfundible prueba física de sensibilidad (que no de sensiblonería, no confundamos términos). El motivo más común y mejor visto del llanto es la tristeza, el sufrimiento, la impotencia… Los motivos menos comunes son los cercanos a la felicidad y esto sí es algo que me produce a mí admiración. Aquellos que saben derramar dos buenos lagrimones en un momento feliz o emocionante, éstos, sí son portadores de mi admiración. Hubo una época en la que me costaba mucho llorar y cuando lo hacía no me quedaba satisfecha, evidentemente, fue la época más oscura de mi vida (hasta ahora, claro). Cuando por no saber, no sabía ni siquiera por qué estaba triste y no me permitía estarlo, así que las pocas lágrimas que conseguía derramar eran tan amargas que me dejaban igual que al principio: inquiet

SANTA IRENE

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Ayer fue la onomástica de todas las afortunadas con el nombre de Irene. Bueno, fue una de las onomásticas porque, después de pensar durante toda mi vida que no tenía santa, resulta que hay cinco días de Santa Irene, a saber: 21 de febrero, 5 de abril, 5 de mayo, 18 de septiembre y 20 de octubre. Muy agradecida le estoy a mi amiga “Y” por felicitarme ayer y así despertar mi curiosidad por las santas que llevaron mi nombre en la antigüedad. Se cuentan tres mujeres santas con este nombre: Santa Irene de Tesalónica , Santa Irene de Bizancio y Santa Irene de Portugal. El ¿por qué hay cinco fechas para celebrar sus vidas?, no lo sé, hay dos “Santa Irene Mártir” de cuyos orígenes no he encontrado información. La Irene que más simpática me ha resultado es la de Portugal. La pobre moza, por lo visto, era tremendamente guapa y traía de calle a todo su pueblo llamado Nebancia. Era muy religiosa y dedicaba todo su tiempo libre a la adoración de dios y así muy de joven decidió entregarse a la vida

DECALOGO DE LA SINGLE TREINTAÑERA

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Treinta y tres, sí treinta y tres añitos cuenta ya este cuerpecito y no me identifico con nuestro señor Jesucristo (amén), si no con nuestra nunca bien ponderada señora Bridget Jones (amén). Tanto el libro como la película nombran en algún momento el día de su treinta y tres cumpleaños y como hace un mes que los cumplí y también hace días que no escribo un decálogo, aquí va mi propósito de enmienda: 1.- Dejarás de mirar libidinosamente al compañero de trabajo ese que lleva modelitos de Dolce Gabana y que tiene la sonrisa de Robert Redford. 2.- Dejarás de babear al paso de los mecánicos pubescentes llenos de grasa y sudor. Por favor, que tienes treinta y tres, no ochenta y tres. 3.- Irás a la peluquería al menos una vez al mes que ya está bien de llevar el pelo de quinceañera ¡mujer que ya eres mayor!. 4.- Harás ejercicio dos veces a la semana como mínimo que la fuerza de la gravedad es un hecho probado y para recordarlo mírate los pechos en el espejo… ¿ves? Es verdad. Mejor no te mi

METRO Y CIVISMO

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Durante una de mis últimas incursiones madrileñas me encontré en el brete de tener que viajar en metro, cosa que hacía muchos años no probaba. En el transcurso de ese corto viaje me dio por fijarme en el comportamiento de la gente y me resultó peculiar el civismo con el que se comportan la mayoría de las personas en estos lugares, no hay más que mirar la foto de arriba en la que quise demostrar cómo la gente, al tomar las escaleras mecánicas para la salida, es capaz de hacerse a un solo lado incluso teniendo que formar una cola, para dejar pasar a aquellos que lleven más prisa. Pronto me vino a la memoria el metro de Caracas. Éste fue inaugurado poco después de que mi familia y yo nos trasladáramos a Venezuela allá por los años ochenta. No sé si hoy en día la cosa habrá cambiado mucho, pero para entonces el metro de Caracas era como un reducto de paz dentro del caos de la ciudad. Incluso puedo recordar un cartel publicitario en el cual se mostraban personas enfundadas en máscaras an

DESDE EL BALCÓN

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El paisaje cambia según la hora, la estación... y eso le hace adquirir su toque de belleza imperceptible a quien no la busca... busquémosla entonces...

VIAJES

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Lo bonito de viajar no sólo se reduce a la belleza del lugar que se vaya a visitar. También se alarga a el grueso del viaje en sí. La ilusión primero de elegir el destino y luego encontrar la manera de llegar. Llenar la maleta y cerrar la puerta de casa con la incertidumbre de si todo seguirá igual al regresar.

LES EAUX BONNES - LES EAUX CHAUDES

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Después de unos cuantos días sin tener tiempo casi ni de respirar, por fin saco un rato para dejar aquí una pequeña crónica de mi última incursión pirenáica. Curiosos nombres para las dos localidades punto de partida y llegada que mis compañeros de Peña Guara eligieron para llevarnos de excursión: desde las aguas buenas llegamos a las aguas calientes, no sin antes atravesar esta preciosa senda.... Contemplando los valles poblados allá a lo lejos... Y ya llegando al punto más alto, las preciosas panorámicas del macizo del Ger... Y finalmente se abrió ante nosotros el espectacular valle de Osseau, con el Midi al fondo... Una preciosa jornada con tiempo estupendo para culminar una semana cargada de trabajo, poco sueño y muy poco tiempo para mí sola. Esperemos consiga arañar algo más de tiempo para mí y vosotros estos próximos días.

UNA EPOCA, UN MOMENTO... UNA CANCIÓN: SEXUAL

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Aunque parezca mentira, esta canción de Loreena Mackennitt me recuerda la época del despertar sexual. Recuerdo perfectamente la primera vez que la escuché. Era la B.S.O. de la película “Jade” en la que Linda Florentino hacía el papel de una mujer sospechosa de un asesinato, casada con un hombre al que no amaba, adicta al sexo y deseada por el detective encargado del caso. Todo un folletín. La película pasó desapercibida y no tuvo buenas críticas aunque a mí se me quedó grabada en la memoria por algunas cortas escenas eróticas y muy bien acompañadas de la canción de la Mckennitt. ¡Que tiempos aquellos que no volverán!