Me permito parafrasear el nombre de la película porque me parece la mejor manera de monitorizar la idea que me corre por el órgano gris. Son muchas las veces en que, como humanitos, nos tenemos que enfrentar a distintas crisis. Depende del momento y de la propia crisis, podremos enfrentarnos o intentar escapar. En los casos de crisis existenciales, se me ocurre que a lo mejor y dependiendo del momento que se viva, si uno se encuentra fuerte, sería oportuno enfrentarse como si se tratara de una tormenta: sin luchar, sin huir, sin revolverse. Sólo atarse al mástil y dejar que la tormenta nos envista con toda su fuerza para mirarla desde dentro y permitir que deje su huella en nosotros, una huella que nos recuerde que ya pasó y aquí estamos.