Póker relacional
El póker no me gusta porque no es un juego limpio. Es un juego que requiere engaño, perspicacia
o picardía, manipulación y un profundo conocimiento de las personas. Todo orientado a ganar para uno mismo y dejar
sin blanca al contrario. Es un juego en
el que no hay equipo, sólo contrarios.
No hay diversión, sólo suspicacias, negociaciones y adivinanzas. Todo bajo mano, oscuro.
Y todavía me gusta menos cuando se utilizan las mismas tácticas
de juego en las relaciones interpersonales porque es ahí donde más daño hace la
manipulación. Me sorprenden, pero sobre
todo asustan, esas personas que viven la vida como dentro de una mesa de
juego. Personas que no tienen vida propia
y lo poco que tienen lo dedican a manejar situaciones, a jugar con las personas
como si fueran naipes que pueden utilizar y desechar a su antojo. A manejar las situaciones para su propio y
único beneficio. Personas extremadamente
inteligentes pero también extremadamente infelices.
Existen grandes jugadores del póker relacional. Gente que pasa desapercibida, que no se ve
venir. Amigos, pareja o familiares que
nos provocan ternura, nos necesitan y nos enamoran devorando poco a poco
nuestra energía sin que seamos capaces de darnos cuenta. Lo hacen despacio y con tiempo. Pasan desapercibidos porque suelen ser
personas a las que llegamos a querer profundamente.
Podemos no llegar a darnos cuenta jamás que somos parte de
una partida de póker relacional pero si lo hacemos, la decepción puede ser
magnífica y si además conseguimos vislumbrar las consecuencias del juego, nos
sentiremos como auténticos perdedores.
Sin embargo, sepan ustedes queridos lectores, si algún día
se ven en una de estas, que el verdadero perdedor en este juego es el
manipulador y el auténtico ganador es el que sabe despertar del letargo y salir
a la luz desempolvándose el abrigo para empezar nuevas relaciones sanas y
sinceras.
Palabra de Pensadora.
Comentarios
Paseante, yo creo que hay muchas formas de relacionarse con los demás y que el juego en absoluto es necesario en caso alguno. Tengo comprobado que la honestidad y la sensatez son armas de defensa mucho más poderosas que cualquier arma de ataque como el engaño o la manipulación.
Salud! y gracias por comentar, así me creo que esto aún tiene algo de vida jejeje
Por cierto... Le sugiero el "Strip poker". Suelen ganar los dos. (Y ahí si que puede modificar reglas.)