DESBARRADA SIN TÍTULO



Igual que la libertad, considero la razón uno de nuestros bienes más preciados como humanos.

Pero también se me ocurre que quizá un exceso de razón podría hacer un efecto contrario y arrebatarnos otra parte humana que podría sentar una de nuestras bases fundamentales: los sentimientos.

En un mundo que gira tan rápido no hay tiempo de identificar y ni tan siquiera disfrutar de los sentimientos, éstos parecen desdibujarse en la niebla de la cotidianeidad y bajo el manto de protección que puede suponer un exceso de razón.

Será que me contagio de la pesadez reinante, será que me canso de pensar…

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