EL SUEÑO EUROPEO


Esta mañana, mientras desayunaba, miraba estupefacta las noticias en las que políticos y sindicalistas lanzaban opiniones dispares sobre el tradicional descenso del paro que se sucede en estas fechas. “Tan tradicional como el turrón de navidad o el melocotón con vino de San Lorenzo”, he pensado. Todos los años ocurre lo mismo: baja el paro durante el verano, el gobierno se pone la medalla, la oposición critica y los sindicalistas negrean el ambiente. Es la tradición.

He querido quedarme con las declaraciones del Sr. Iglesias. Según él (o su partido, o el gobierno… ¿qué más da?), estas cifras son la prueba de que se está saliendo de la crisis, comentario ante el cual no he podido evitar menear la cabeza y asentir como diciendo “ajá” con toda la sorna que me cabe en el cuerpo. Porque no creo yo que siquiera estemos en posición de imaginar una futura salida de la crisis.

La cuestión es que he dejado de creer en la crisis. He dejado de creer que se trate de una crisis tal como la conocemos. Creo más bien que nos estamos despertando de un corto y plácido sueño en el cual los países “modestos” del continente europeo nos convertíamos en países enriquecidos y prósperos.

He querido darle forma de sueño porque los sueños, sueños son y tienen el defecto de terminar. No se sabe cuándo, pero terminan. Al menos no estamos despertando de golpe, lo vamos haciendo poco a poco, desperezándonos y haciéndonos los remolones al más puro estilo español, como debe ser ¡si señor!.

Remoloneamos para darnos cuenta de que no somos ricos, de que nunca lo hemos sido y de que no lo seremos porque no tenemos medios, porque aunque los tuviésemos nunca hemos sabido utilizarlos y tenemos ese carácter ibérico que nos hace reacios a las innovaciones. Remoloneamos para admitir que el euro es caro y que no llegamos a pagarlo, al menos no llegaremos a no ser que aprendamos a trabajar mejor, no más, sino mejor cosa que tampoco se nos da muy bien en un país acostumbrado a las horas extra pero no realmente productivas. Remoloneamos para darnos cuenta de que necesitamos un cambio, de que lo importante no es lo que tengamos sino lo que seamos (cualquier parecido con el anuncio del reloj es mera coincidencia) y que no hace falta piso en propiedad para ser alguien en la vida. Remoloneamos para darnos cuenta de que las cosas ya no serán como antes, que somos europeos porque geográficamente nos ubicamos en el continente llamado Europa pero abajito del todo.

Se acabó el sueño europeo y cuanto menos tardemos en despertarnos, antes nos despejaremos todos y reaprenderemos a vivir como ya lo hemos hecho otras veces.

Comentarios

klee ha dicho que…
A groso modo estoy deacuerdo contigo.
Yo de lo que estoy bastante cansado son de las mentiras, de la falta de seriedad de los politicos y gran farsa que estan montando.
no creo que la crisis la suframos todos, unos la sufren más que otros y la casualidad es que la gente que mas sufre es la que menos tiene, como viene siendo habitual.
Para mi la clave esta en la función del estado,que es de lo que creo que se debería de hablar.no podemos dejar el crecimiento y las inversiones del mundo en manos de especuladores sin entrañas,y si no sabemos que hacer al menos tenemos que poder señalarlos y decir en voz alta " ahí van esos hijos de puta"
un abrazo pensadora, sigo tus pensamientos.
El Pez Martillo ha dicho que…
Ya sabes que yo creo más bien que es una crisis que va más allá de lo económico. Creo que estamos ante un hundimiento solo comparable al fin del imperio romano. La pendiente hacia abajo acaba de comenzar, y seguramente se hará más pronunciada. Ni siquiera vemos el fondo, así que aún queda mucho para poder decir que se empieza a salir (dudo que lo veamos en nuestras vidas).

Saludos.
josé ángel ha dicho que…
lamento presumir de estar tan bien informado como el pez martillo, pero esto solo es la punta de un iceberg....no saldremos de aquí ni en breve ni despacio, simplemente no saldremos....es nuestro lugar, tan solo nos queda aceptarlo y trabajar para que no vaya a peor.

y si podemos, enamorarnos..así todo ésto nos la traerá al pairo.

Besos grandes y no me deje de pensar, que quedan pocos(as).
PENSADORA ha dicho que…
Ahí está chicos, estamos todos de acuerdo. Esto no se acaba, como bien dice Angelcifu, esto es así y así se va a quedar. Más vale que nos acostumbremos.

Lo mismo que dice usted, Sr. Pez, es a lo que me refiero con el despertar de sueño europeo... nuestro imperio está cayendo y no creo que lleguemos a ver un nuevo resurgir.

En fin... que mientras haya pan en la mesa, todo irá bien y a eso es a lo que nos tenemos que acostumbrar.

Saludicos a los tres!
Laura ha dicho que…
Vaya, visto así está la cosa chunga. Pues nada, a acostumbrarse toca. Un abrazo.
PENSADORA ha dicho que…
Tanto tiempo Laura! una alegría leerte.

Abracico para ti también!

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