ANIVERSARIO
Tal día como hoy, también viernes y aproximadamente a esta hora, hace cinco años, estaba yo sentada en un recóndito despacho del hospital, frente a un médico que me hablaba de enfermedad, tratamiento, efectos secundarios, diagnóstico de extensión y linfomas.
Señoras y señores, tal día como hoy, hace cinco años, fui diagnosticada de cáncer y aquí estoy: ¡VIVA Y SANA!.
Lo cierto es que yo ni me acordaba, pero mi hermana, que siempre está al loro de todo, ha llegado al mediodía a casa de mis padres con el “enhorabuena” apunto de estallarle en la boca.
La enhorabuena en realidad, más que celebrar el paso del tiempo, lo que celebra es que a partir del quinto año y según mi hematólogo se puede considerar mi linfoma en remisión total. Lo cual no significa que me den el alta, pero sí que tengo poquísimas posibilidades de recaer, lo que, como no, es muy de celebrar.
A veces me pasa por la cabeza ponerme a escribir un relato sobre todo lo que viví en aquellas fechas, pero no he conseguido darle el tono que quiero. No sé transmitir lo que siento de manera que no parezca un gran drama. No lo recuerdo así, para mí el cáncer fue el pistoletazo de salida hacia un cambio en mí que de otra manera quizá nunca se hubiera producido.
No negaré que sufrí, que lloré, que rabié, pataleé y tuve miedo, mucho miedo. Pero todos estos sentimientos que parecen tan dramáticos, en realidad, eran lo que me empujaba a luchar, a apretar los dientes y cerrar los puños cada quince días y plantarme en el hospital a recibir mi dosis de veneno, veneno que me salvó la vida porque si algo tenía claro era que no quería morir joven.
El cáncer es, lamentablemente, tan común que pienso que no hace falta que explique todo lo que pasó. Hoy en día, casi todos conocemos a alguien, o alguien que conoce alguien que tiene o ha tenido cáncer. Ojala esto no fuera así y fuéramos los menos quienes pasamos por esta situación, pero ya que la biología no entiende de deseos lo único que puedo hacer es trasmitir mi pensar.
Vaya desde aquí un ¡HURRA! Como grito de ánimo para todas las miles de personas que en estos momentos están pasando por una situación igual, lo peor de todo es ese momento, cuando sólo sabes que estás enfermo, luego ya es cuestión de voluntad y suerte.
Señoras y señores, tal día como hoy, hace cinco años, fui diagnosticada de cáncer y aquí estoy: ¡VIVA Y SANA!.
Lo cierto es que yo ni me acordaba, pero mi hermana, que siempre está al loro de todo, ha llegado al mediodía a casa de mis padres con el “enhorabuena” apunto de estallarle en la boca.
La enhorabuena en realidad, más que celebrar el paso del tiempo, lo que celebra es que a partir del quinto año y según mi hematólogo se puede considerar mi linfoma en remisión total. Lo cual no significa que me den el alta, pero sí que tengo poquísimas posibilidades de recaer, lo que, como no, es muy de celebrar.
A veces me pasa por la cabeza ponerme a escribir un relato sobre todo lo que viví en aquellas fechas, pero no he conseguido darle el tono que quiero. No sé transmitir lo que siento de manera que no parezca un gran drama. No lo recuerdo así, para mí el cáncer fue el pistoletazo de salida hacia un cambio en mí que de otra manera quizá nunca se hubiera producido.
No negaré que sufrí, que lloré, que rabié, pataleé y tuve miedo, mucho miedo. Pero todos estos sentimientos que parecen tan dramáticos, en realidad, eran lo que me empujaba a luchar, a apretar los dientes y cerrar los puños cada quince días y plantarme en el hospital a recibir mi dosis de veneno, veneno que me salvó la vida porque si algo tenía claro era que no quería morir joven.
El cáncer es, lamentablemente, tan común que pienso que no hace falta que explique todo lo que pasó. Hoy en día, casi todos conocemos a alguien, o alguien que conoce alguien que tiene o ha tenido cáncer. Ojala esto no fuera así y fuéramos los menos quienes pasamos por esta situación, pero ya que la biología no entiende de deseos lo único que puedo hacer es trasmitir mi pensar.
Vaya desde aquí un ¡HURRA! Como grito de ánimo para todas las miles de personas que en estos momentos están pasando por una situación igual, lo peor de todo es ese momento, cuando sólo sabes que estás enfermo, luego ya es cuestión de voluntad y suerte.
Comentarios
Y en un tono un poco más egoísta, te contaré la perspectiva del personal sanitario. He trabajado en oncología, y, aunque no directamente, me las tengo que ver con pacientes oncológicos pediátricos, y siempre es una alegría saber de alguno que se cura. Haceis que nuestro trabajo sirva para algo. Gracias.
Besazos y a empezar bien la semana que yo me he pasado el finde "celebrando" uuufff ¡que espesor de lunes! jejeej
las ganas de luchar siempre son recompensadas!
me he emocionado al leerlo, eres una luchadora nata y lo que esta por venir es mejor de lo que puedas imaginar , no dejes enturbiar la cabeza por tonterias,
un besazo enorme
MUAAAKKKKK
Espero celebrar muchísimos aniversarios como este.