UNA EPOCA, UN MOMENTO… UNA CANCIÓN: EL ULTIMO DESPECHO
Tras mi última ruptura estaba yo cabizbaja y alicaída haciendo la compra en la tiendecilla de enfrente de mi casa cuando, de repente, levanté la vista y ante mí apareció un cartel publicitario que rezaba: “¿no crees que te tomas la vida demasiado en serio?” (era de compresas, ¡cómo no!).
Al cabo de un rato, un amigo me llamó para pasarme un CD que me había grabado con unas cuantas canciones de mis adorados PLACEBO y, al escucharlo en casa, me encontré con esta cancioncilla que reza algo parecido al cartel, no soy muy buena traduciendo las canciones pero mi conclusión es algo así como “huye de tus preocupaciones y tu aburrimiento y fluye”.
Ya me la sé de memoria y me la pongo cada dos por tres a todo volumen en el coche cuando salgo estresada de trabajar.
La canción es esta:
Me parecieron dos señales inequívocas de que esta vez, debía, dejarme llevar y llorar cuanto fuera necesario y después alegrarme y olvidar mis preocupaciones, total, la vida sigue y siempre hay una bonita canción que cura las penas… al menos durante un ratito.
También me hace recordar esos días, no muy lejanos, esta otra canción de Alanis Morrisette a quien, por cierto, tendré el placer de ver en directo próximamente:
Esta es de las de escuchar a todo volumen “para soltar la pita” como aconsejo en mi entrada “decálogo del despecho”.
Al cabo de un rato, un amigo me llamó para pasarme un CD que me había grabado con unas cuantas canciones de mis adorados PLACEBO y, al escucharlo en casa, me encontré con esta cancioncilla que reza algo parecido al cartel, no soy muy buena traduciendo las canciones pero mi conclusión es algo así como “huye de tus preocupaciones y tu aburrimiento y fluye”.
Ya me la sé de memoria y me la pongo cada dos por tres a todo volumen en el coche cuando salgo estresada de trabajar.
La canción es esta:
Me parecieron dos señales inequívocas de que esta vez, debía, dejarme llevar y llorar cuanto fuera necesario y después alegrarme y olvidar mis preocupaciones, total, la vida sigue y siempre hay una bonita canción que cura las penas… al menos durante un ratito.
También me hace recordar esos días, no muy lejanos, esta otra canción de Alanis Morrisette a quien, por cierto, tendré el placer de ver en directo próximamente:
Esta es de las de escuchar a todo volumen “para soltar la pita” como aconsejo en mi entrada “decálogo del despecho”.
Comentarios
Lo siento, sí, sigue viva, le ha dejado el chorbo y ha sacado nuevo disco.
Lo siento si no es de su agrado, pero sí lo es del mío.