LAS FASES DEL DESPECHO II: Quitarse la venda de los ojos

Primero estaba en estado de shock y ahora, en poco tiempo, me veo en la siguiente fase. La más difícil pero también la más sana.

Cuando no eres tú quien toma la decisión, inmediatamente te posicionas en la situación de incredulidad: ¿Cómo es posible que alguien que antes de ayer me decía que me quería, me retire ahora todo su afecto? ¿Qué he hecho yo para esto? ¿Qué es lo que no le gusta de mí que le ha hecho llegar a la conclusión de que ya no me aguanta?. “No puede ser, volverá y me pedirá perdón. ¿O no?”.

Normalmente ese tipo de preguntas se quedan sin respuesta y solamente podemos respondernos a nosotros mismos qué es lo que deseamos. ¿Qué deseo que ocurra a partir de ahora para mí, para mi propio beneficio?. Responderse a uno mismo duele y llega la culpabilidad. Es el momento de quitarse la venda de los ojos y admitir la realidad. De no culpar al otro pues es imposible entender con objetividad lo que le ocurre o piensa y mucho menos culparse a uno mismo porque a poco maduro que se sea, seguramente habremos actuado lo mejor posible al propio juicio.

He optado por quitarme la venda de los ojos y entender que la frase “el amor es ciego” es tan cierta como que estoy viva. Me entristece, sí, pero la tristeza es una emoción natural y sana que alguna vez nos acompaña a todos en la vida y sin ella ¿cómo podría distinguir la alegría?.

Me pena darme cuenta lo lejos que quedan ahora los buenos momentos, las promesas y los planes de futuro. Me pena darme cuenta cuán ciega estuve y lo equivocada que estaba pero me auto perdono porque uno no puede ver lo que no le muestran, así que tampoco puedo culparme por haber bajado la guardia y haber puesto mi confianza en alguien que quizá más que no merecerla, simplemente, no la valoraba.

Levanto así mi ancla y pongo rumbo a nuevos mares. Al océano que soy yo misma y que está lleno de amor por la vida y la belleza de las pequeñas cosas.

Comentarios

Lolíndir Palantír ha dicho que…
ahí le ha dado su Majesty..... el Queen Elysabeth es todo suyo!!!!
CASIOPEA ha dicho que…
No hay culpables, ni tu ni el, ni ninguno.
No se es culpable de expresar lo que se siente sin condiciones.
De lo que si se es culpable es de no querer ver las cosas que son evidentes y qeurer seguir manteniendo algo sin que lelve a ningun puerto
César ha dicho que…
Vaya, valiente, inteligente y fria postura la de cambiar el rumbo...Seguro que lo consigues...y hay más peces en el mar!
(Jeús, dicho así parece trivial...)
alfonso ha dicho que…
no le des mas vueltas, el problema lo tenia el, tu lo habias dado todo y no te diste cuenta de su lejania
por cierto, tu post anterior es...simplemente genial
fabiola ha dicho que…
Lo amé ♡
Paola Vaggio ha dicho que…
Estoy en ello... Sí, me he estado haciendo preguntas parecidas. Siempre es así. Este despecho lo estoy viviendo como algo rutinario. La experiencia en despechos sirve de algo, parece ser. Hoy he escrito sobre ese proceso, también, en mi blog.

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