QUERER O MERECER
Tenemos tendencia a utilizar frases como el “yo no me merezco esto” para referirnos a sucesos que no deseamos, que no queremos ocurran y el “yo me merezco” para referirnos a aquello que queremos ocurra o deseamos poseer.
El merecer algo supone darle un grado superior a cosas que pueden no depender de nosotros, aportando un toque de irracionalidad a la solución de un pensamiento, sentimiento o emoción.
Una vez me explicaron que la forma en que verbalizamos nuestros deseos puede influir tanto positiva como negativamente en nuestro estado de ánimo. Así, cuando pensamos y decimos que merecemos algo, le estamos agregando un componente mágico a un deseo. Mientras que, si ese “merecer” lo convertimos en “querer”, nos damos a nosotros mismos la posibilidad de convertir en realidad el deseo.
Pensar en merecer algo nos quita poder, mientras querer nos lo aporta. Cuando algo malo ocurre, es mejor pensar que no queríamos que ocurriera y cuando deseamos algo, es mejor pensar en la manera de conseguirlo porque queremos que ocurra.
La vida no es fácil porque cada persona tiene su propio sentido de la justicia y así es fácil que lo que nosotros pensamos es merecido, para otros no lo sea y viceversa. Los objetivos no siempre se consiguen y es mejor pensar en no haber conseguido lo que se quería a pesar de haber luchado por ello que pensar que hemos perdido algo que nos merecíamos, como si no hubiese dependido de nosotros.
Hay una frase de algún personaje que dice algo así como que “la vida es eso que pasa mientras esperamos a que pase algo”. Lo mismo con el merecer: a lo mejor lo que queremos pasa desapercibido porque estamos esperando merecer algo.
Palabra de pensadora.
Comentarios
No me gusta pensar en las cosas del mundo en términos de justicia. El mundo no es ni justo ni injusto. Sólo podemos hablar así de nuestros actos, y aún así hay resquicios para la duda, porque nuestros actos se desarrollan en ese mundo que no es ni justo ni injusto.
En fin.
Salud!