De joven exótico a adulto raro




Aquellos desplantes.  Aquellas impuntualidades.  Aquellos “mal quedares”.

Ese amigo que justo se metía en la ducha cuando tú llegabas a su casa.  Esa amiga que siempre llegaba media hora tarde porque se “había quedao empaná”.  O esa otra que directamente no llegaba porque tenía “su vida privada” y no tenía que dar explicaciones que para eso éramos todos libres. 

Esos amigos y/o amigas que siempre faltaban, ausentes, huidizos pero encantadores/as que cuando aparecían resultaban exóticos, super guays y modernos.


Esa gente es la que hoy en día se me antoja más que exótica, rara.  Gente de esa que a estas alturas, es mejor perder que ganar.



Comentarios

Con los años, uno no está para tonterías de nadie...

Y que conste, que yo a veces he sido uno de esos "raros". Pero intento redimirme...

Saludos.
Bubo ha dicho que…
A mi las rarezas solo se me descubren hablando. Ahí si que soy un tipo extraño. De esos que, a alguna gente, dan miedo. Y es que lo que no se entiendo... ¡acojona!
PENSADORA ha dicho que…
Ojalá muchos/as le tomaran el ejemplo MR. SALINAS, porque hay quienes no se redimen ni con la edad... en fin.

Que todas las rarezas se mantengan en el habla BUBO, que esas al menos agradan, si se habla como escribe usted.

Salud y orujo para ambos!

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