GESTIÓN SENTIMENTAL
Hace un par de semanas hablaba de una entrevista realizada a una psicóloga, de la cual había sacado dos frases que me habían gustado, hablé de la segunda y hoy hablaré de la primera:
“Los sentimientos no se deben tapar, se han de gestionar”.
Esta frase puede sonar frívola o calculadora pero para mí es reveladora.
Un psicólogo intentará siempre estabilizar nuestros sentimientos, ellos tratan nuestra parte emocional y es un trabajo harto complicado.
La psicología no es preventiva sino paliativa y este es el meollo de la cuestión pues resulta que no podemos actuar ante nuestros sentimientos hasta que éstos se hayan producido.
A pesar de mi gran fe en la TREC. Considero que hay sentimientos que no se pueden evitar, pues, al fin y al cabo no nos podemos olvidar de nuestra parte biológica y por lo tanto, como humanos, no somos más que un saquito de hormonas y otros liquidillos extraños que nos hacen padecer sensaciones que al pensar o hablar transformamos en sentimientos.
Así pues, de lo que hemos de estar pendientes es de qué sensaciones o sentimientos estamos soportando y a partir de allí, gestionar, es decir, pensar, preguntarnos, ser objetivos: traducir sensaciones y sentimientos en realidades objetivas para darles el sentido que mejor nos convenga y suponga una solución sana a nuestras demandas afectivas.
Claro que puedo estar enfadada/o por un mal día en el trabajo (sentimiento), pero ¿es necesario amargarme el resto del día por ello?, mejor dedicar mi tiempo libre a pensar en otra cosa y utilizar la energía de mi enfado en algo productivo como hacer un poco de deporte, por ejemplo (gestión).
Por supuesto que puedo estar triste por una ruptura de pareja (sentimiento), es lo normal como humano/a, pero ya que lo sé, mejor darme la oportunidad de pasar una temporadita de asueto y esperar a sentirme un poquito mejor para rehacer mi vida. Si al final resulta emocionantísimo la de cosas nuevas que me esperan (gestión).
Amigos internautas, convirtámonos en cazadores de pensamientos y así, gestionemos nuestros sentimientos para conseguir un estado anímico estable y acorde con nuestra realidad.
“Los sentimientos no se deben tapar, se han de gestionar”.
Esta frase puede sonar frívola o calculadora pero para mí es reveladora.
Un psicólogo intentará siempre estabilizar nuestros sentimientos, ellos tratan nuestra parte emocional y es un trabajo harto complicado.
La psicología no es preventiva sino paliativa y este es el meollo de la cuestión pues resulta que no podemos actuar ante nuestros sentimientos hasta que éstos se hayan producido.
A pesar de mi gran fe en la TREC. Considero que hay sentimientos que no se pueden evitar, pues, al fin y al cabo no nos podemos olvidar de nuestra parte biológica y por lo tanto, como humanos, no somos más que un saquito de hormonas y otros liquidillos extraños que nos hacen padecer sensaciones que al pensar o hablar transformamos en sentimientos.
Así pues, de lo que hemos de estar pendientes es de qué sensaciones o sentimientos estamos soportando y a partir de allí, gestionar, es decir, pensar, preguntarnos, ser objetivos: traducir sensaciones y sentimientos en realidades objetivas para darles el sentido que mejor nos convenga y suponga una solución sana a nuestras demandas afectivas.
Claro que puedo estar enfadada/o por un mal día en el trabajo (sentimiento), pero ¿es necesario amargarme el resto del día por ello?, mejor dedicar mi tiempo libre a pensar en otra cosa y utilizar la energía de mi enfado en algo productivo como hacer un poco de deporte, por ejemplo (gestión).
Por supuesto que puedo estar triste por una ruptura de pareja (sentimiento), es lo normal como humano/a, pero ya que lo sé, mejor darme la oportunidad de pasar una temporadita de asueto y esperar a sentirme un poquito mejor para rehacer mi vida. Si al final resulta emocionantísimo la de cosas nuevas que me esperan (gestión).
Amigos internautas, convirtámonos en cazadores de pensamientos y así, gestionemos nuestros sentimientos para conseguir un estado anímico estable y acorde con nuestra realidad.
Comentarios
Yo me refiero a dejar que los sentimientos fluyan, no ocultarlos, demostrarnos en totalidad sin miedo, porque, al fin y al cabo, los sentimientos, efectivamente son gestionables pero no es bueno detenerlos u ocultarlos.
Medir palabras y actos dentro de lo normal y necesario dentro de un comportamiento cívico que no suponga una barrera para expresar nuestras emociones y ser tal como somos.
En mi parecer, los sentimientos no son plausibles de regular, normalizar, o gestionar (como tu lo quieras expresar), solo aquellos con un conocimiento amplio de si mismos podrán llegar a "gestionar sus emociones", y bien contentos que estarán.
Fíjate amiga, que sera imposible someter o ignorar sentimientos que involuntariamente afloran en nuestra piel, ese es su terreno, allí en nuestro rostro, el mirar, y la voz es donde no podemos ocultarlos, pero no creo que sea por no gestionarlos, para mi esa expresión externa es emotiva, y eso es lo que deberíamos gestionar.
No se si te pasara a ti, pero a mi hay dias que se me unen dos cosas tan distantes como "la inteligencia" y "las emociones", y es allí cuando puedo llegar a fabricar un espacio en el que funciono a las mil maravillas.
Por ultimo, seria importante dejar claro que la reflexión es vital, es una burda mentira que no tenemos tiempo para pensar en nuestros actos presentes, pasados y futuros, todos podemos hacer dos, tres o cuatro cosas simultaneamente, así que mientras hablamos por teléfono, blogueamos, escribimos, jugamos, comemos, etc . . . podemos reflexionar.
Y en la reflexión esta ganada en un 50% la batalla para "gestionar nuestras emociones".
Bien Pensadora, se que hemos coincidido en algun otro posteo, tu me llamaste Sr. Becerra, ojala de aqui en mas sea simplemente Carlos, mi casa queda abierta en:
www.palimpalem.com/1/CarlosHugoBecerra/index.html
si fuera tan facil no hablariamos ni de ello!
besitos
Este asunto me parece extremadamente complejo, todo lo que sea pensar sobre uno mismo lo es... Pensar en las circunstancias bajo las cuales se está pensando que pensamos bajo esas circunstancias en las que... hasta el infinito... En fin, tela (también de partida es complicada la relación entre los sentimientos y los pensamientos, así como la que hay entre ocultar y gestionar, aveces tan cercanos..). Sí, paliativo es la palabra, inevitablemente prueba-error.
Me quedo con el final de tu post, con el buscar y el ánimo para hacerlo. Al final importa más cómo te sientes que los motivos, o "motivos". Somos unos pobres diablos que al menos se merecen sentirse bien y luchar por ello.