HEAT
Llega una cansadísima tras una larga jornada de trabajo y una corta jornada de deporte y tras cenar copiosamente se tumba en el sofá a la espera de algún programa tonto y tedioso que ayude a dar paso al sopor y posterior somnolencia que serían conducto a la cama y a los sueños reparadores. Pero no, una se encuentra uno de sus peliculones favoritos: nada más y nada menos que el duelo entre Robert De Niro y Al Pachino, “Heat”.
La mejor película de acción que he visto hasta ahora. El tiroteo más largo y mejor sonorizado que he disfrutado hasta ahora.
La película dura unas tres horas pero ni te das cuenta. Parece que haya pasado una.
Recuerdo que la ví por primera vez en el próximo a desaparecer cine Avenida, cuando todos los domingos se formaban unas colas larguísimas para entrar en la única sala de cine abierta mientras construían los multicines que disfrutamos hoy en día en esta, mi mini-ciudad. Recuerdo también lo mucho que disfruté aquel pase y lo contenta que salí del cine, con el pensamiento de haber hecho una verdadera buena inversión con la compra de la entrada aquel día y que la larga espera en la cola había valido muchísimo la pena.
A día de hoy, puedo contar aproximadamente unas cinco visualizaciones de “Heat” y tras ellas, contando la de ayer (hasta la mitad, el sueño pudo más), me quedo con tres escenas, a saber:
1.- El ligoteo con la chica del bar: por las magníficas vistas de la ciudad de Los Ángeles de noche
2.- El tiroteo: por el sonido, la coreografía, el significado y la resolución final.
3.- El café: lo cierto es que tampoco fue un gran duelo interpretrativo como yo esperaba, pero, desde luego, Robert De Niro se lleva la palma.
Comentarios
Ahora bien, por lo del sonido del tiroteo, si no es en el cine no será lo mismo.
ANSELMO, DUNCAN: estamos de acuerdo pues. Me alegro.
Busco tu nombre cuando puedo,... y me encuentro textos trabajados y llenos de sentido. Tal vez, con tu permiso, tal y como me dijiste pueda tomar prestado alguno.
HEAT,... el otro día me la encontré en la tele y ya no pude despegar la vista. La primera vez que la ví aluciné. (Suspiro de añoranza).
Un abrazo.
Otro abrazo para tí!