EL ENGOMINAO
Una vez más, como tantísimas otras, Mr. Pez Martillo ha despertado el pensamiento en mí y, así como él tiene a las salseras “Sex-and-the-City-Adictas” medio decapitadas, tengo yo al espécimen que vengo a llamar “engominao”.
Es algo que me supera. En el momento en que el aroma de esa mezcla entre gomina “giorgi”, desodorante “axe” y colonia “ultra violet” empapa mis fosas nasales, se desata en mí un instinto extraño, una alerta. Allí llega el engominao con camisa a rayas y moreno playero rancio para preguntar sin pudor por mi estado civil. Y allí mismo estoy yo, con mis vaqueros y mi colonia de Yves Rocher “espanta-pesaos” buscando la salida de emergencia más próxima.
Comentarios
(Creo que era Roger, no Pez?