ARANMANOTH
Para celebrar el bien merecido premio Cervantes de Ana María Matute, he revisado mi reducida biblioteca.
Tenía en el recuerdo haber leído algo suyo, pero no recordaba el qué. Menos mal que un día se me ocurrió situar mis libros en la estantería por orden alfabético y no cronológico (según la fecha en que los terminaba, ahí los plantaba y punto). Así se me ha hecho la mar de fácil encontrar esta "pequeña gran obra" de nuestra nueva y flamante Cervantes.
Sólo me ha dado tiempo de leer el primer capítulo y, como supongo me ocurrió la primera vez, ya he ralentizado mi ritmo de lectura pues con pocas páginas, me han entrado las ganas de que no se acabe nunca.
Recomiendo su lectura y me hago la promesa de reactivar mi perdida sana costumbre de comprarme algún libro, para dejar descansar la biblioteca municipal.
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