UN CUENTO CON O SIN MORALEJA

Caminaba Pensadorita por las callecitas de su Güeskonsin natal pensando en la futura primavera y el día tan hermoso que hacía, cuando de repente, observó sonriente cómo un antiguo compañero de escuela se acercaba hacia ella para saludarle pidiéndole a la vez un cigarrillo.

Pensadorita sacó el elemento fumestible de su bolso y se lo entregó al muchacho quien agradecido le ofreció un huevo de la bolsa de compra que cargaba. Sonriendo como siempre, Pensadorita comentó graciosa:

- Con semejante trueque, en los tiempos que corren, salgo ganando yo.

El muchacho contestó:

- Depende de cómo te salga el huevo.

Entonces, la sonrisa de Pensadorita se convirtió en una sonora carcajada mientras se alejaba rumbo a su lugar de trabajo.

Comentarios

Lolíndir Palantír ha dicho que…
que me partoooooooooooo!!!!!!!! que risa!! eso es lo que te hace ver el dia de manera distinta!!!!! a que te regalen más huevos: jejejejejejeej!!!
Anónimo ha dicho que…
no seria un Huevo KINDER?
Laura ha dicho que…
Cuanto menos, es un trueque curioso.

Besos.
PENSADORA ha dicho que…
¡AINS! si es que lo que no me pase a mí.... ¡vaya mes llevo!
Anónimo ha dicho que…
jajjajaa, buenisimooooo

Electra.

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